Saturday, September 29, 2007

Alberto Pedro Spencer


Alberto Pedro Spencer - El Cabeza Magica ("The Magic Head")


Nació un 6 de diciembre de 1937 en Ancón (provincia de Guayas). Su padres, Walter Spencer (nacido en una de las Antillas) y América Herrera (ecuatoriana), tuvieron 13 hijos y uno de ellos fue Pedro Alberto. Mientras Marcos, su hermano mayor, triunfaba en el fútbol profesional en el "Panamá" de Guayaquil, él se iniciaba en el Andes de su ciudad natal. Posteriormente Marcos llegó al Deportivo Everest y al cabo de algunos años de jugar por este elenco, también guayaquileño, sirvió de puente para el arribo de su hermano Alberto a esta institución conocida como "Los de la Montaña". Nada fue fácil en sus comienzos profesionales, incluso en 1954, año en que debutó en un amistoso, estuvo a punto de retirarse desmoralizado del balompié.




Su debut en el torneo local se produjo el 29 de junio de 1955, cuando el Everest cayó 3-1 contra Emelec. Ocho días después anotó su primer gol ante el Nueve de Octubre. En 1956, en el Deportes Tolima de Colombia encajó su primer gol internacional y al año siguiente fue el vicegoleador del campeonato local. En 1959 Ecuador venció por primera vez a Paraguay y ahí estuvo presente un inolvidable gol de Alberto.
Por esos tiempos jugó en innumerables amistosos internacionales y se destacó nítidamente, logrando que Peñarol se interesara en él. Para febrero de 1960 ya se encontraba en la escuadra aurinegra, y desde esas filas logró revelarse ante el mundo y ser parte de los grandes de todas las épocas. Sus goles decisivos dieron títulos importantes para Peñarol.Además posee la marca récord de goles de toda la historia de la Copa Libertadores de América, ya que sumó nada menos que 54 tantos. Dejó el fútbol uruguayo en 1971 con una estela victoriosa rubricada por 343 goles. Salió campeón con Barcelona de Guayaquil y con este elenco jugó la Copa Libertadores siendo dos veces semifinalista de América. Con la "Tricolor" patria disputó 11 cotejos y marcó cuatro tantos. Los grandes libros del fútbol mundial llevan su foto. Columnistas y editores lo tuvieron como inspiración para libros. Nadie puede dudar que se trata del mejor futbolista ecuatoriano de todos los tiempos.

From FIFA.com

An instinctive striker, Ecuador's Alberto Pedro Spencer spent the vast majority of his career with Penarol. Tall, thin, agile and deadly in the air thanks to his impeccable timing, the native of Ancon won every honour going during his time in Uruguay, including three Copas Libertadores, two Toyota Cups and eight domestic championships.
Renowned for celebrating his goals by turning to face the VIP area with his arms aloft, he is still the topscorer in Copa Libertadores history with 54 strikes to his name from 12 participations in the competition. He scored 48 of those while with Penarol, and added a further six for Ecuadorian outfit Barcelona at the end of his career. In total, he netted 510 goals as a professional, one of the undoubted highlights being the four he struck on his debut in the Copa Libertadores against Bolivian side Jorge Wilstermann on 19 April 1960.
He also fired in six goals during his three appearances in the Intercontinental Cup (1960, 1961 and 1966), just one less than the overall record holder… none other than Pele, who found the back of the net seven times for Santos in 1962 and 1963.

Articulos de la Conmebol.com

SPENCER: CABECITA DE ORO
Alberto Spencer es un crack de dos banderas, pues defendió a la de Ecuador y también a la de Uruguay. Marcó 48 goles coperos con Peñarol y eso lo marcó como un grande del equipo mirasol. También anotó seis para el Barcelona de Guayaquil. Hoy es el cónsul general y permanente de Ecuador en Montevideo.
-¿Recuerda un gol en especial?-Los del clásico siempre son especiales (se refiere a Nacional). A mi me tocó vivir una etapa notable con Peñarol, un equipo tremendo y muy potente, con compañeros excelentes como Abbadie, Rocha, "Lito" Silva, el "Pepe" Sacía, Cortés o Joya, quienes éramos siempre los que alternábamos. Entonces la cosa se hacía fácil. Fue una época brillante para nosotros la del 60' al 70'.
-¿Cómo definiría el estilo de ese Peñarol?-Tenía categoría y mucha escuela, porque Pedro Rocha era un talento impresionante, completo; el Pardo Abbadie, ¡por favor! otro jugadorazo con una habilidad tremenda; el peruano Joya, con un pique y velocidad imparables, llegaba al área de manera sorprendente... En fin, un equipazo con magia y clase que convertía muchos y lindos goles. Fue un momento notable el que me tocó vivir con Peñarol y que marcó una etapa inolvidable en la historia del fútbol uruguayo y mundial.
-¿Y ese gol especial?-Digamos que los dos de la final de 1966 frente a River Plate jugada en Santiago. Perdíamos 2-0, lo dimos vuelta 4 a 2 y salimos campeones. Hice el primero y el tercero. Aún mantengo vivo en mi memoria esos momentos mágicos. Ser campeones nos permitió jugar la final Intercontinental con Real Madrid. Fueron dos partidos, en el Centenario y otro allá en el Chamartín y ambos los ganamos por 2 a 0. También tienen un significado muy especial para mí pues hice tres goles: los dos en Montevideo y el restante en Madrid. Fueron goles importantísimos para mi carrera y para el club en partidos memorables.
-¿Le hizo muchos goles a Nacional?-Sí. Tanto en Copas como en campeonatos, pero no quiero detenerme sólo en el clásico rival. Recuerdo dos goles que tienen también un condimento especial. Uno contra Olimpia en la primera final, en 1960 que ganamos 1-0 y marqué el tanto pasados los últimos minutos de juego. Y el otro en la final de 1961 frente al Palmeiras, y que también ganamos 1-0 e hice el gol pasados los últimos minutos de juego. Una insólita casualidad. Las dos veces fuimos campeones.
-¿Su fuerte era el cabezazo?-Sí. Tenía mucha facilidad; me resultaba natural porque poseía una gran virtud: desde el piso me elevaba mucho, en cambio los defensores tenían que tomar impulso para hacer lo mismo. Con eso sacaba ventajas. Y de los muchos goles que hice, la mayoría fueron de cabeza.
-Así como se mejora el remate con el pie, ¿el cabezazo también se pule?-Por supuesto. Más de una vez hice goles de cabeza con el frentazo, pero haciéndola resbalar para atrás, o para un costado para que entrara al otro palo, para que se desvíe hacia otro ángulo o para cambiarle el sentido y efecto del balón. Ensayaba todo eso.
Un joven ecuatoriano asombró al fútbol continental en 1960 anotando toneladas de goles en peñarol.-¿Qué opinión le merece la Copa Toyota Libertadores?-Me gusta, está muy atractiva. Pasó por muchos cambios. Primero empezaron a jugarla sólo los campeones, luego se agregaron los subcampeones, luego los terceros y posteriormente se agregaron los mexicanos con su buen fútbol. Creció como nunca. Todo cambia y naturalmente la Libertadores tenía que pasar por esto. La Copa es la máxima expresión de alegría que hay en Sudamérica.
-¿Qué es lo que más le agrada del fútbol de hoy?-Miro mucho fútbol por televisión, me gusta. Me atrae enormemente el fútbol argentino, lo sigo siempre por la habilidad y calidad de sus jugadores; se juega a alta velocidad y con toques, que es lo que le está faltando al fútbol uruguayo; aquí aún se juega muy lento y con la lentitud no se sorprende a ningún rival.
-Imaginamos que lo pone feliz el progreso del fútbol ecuatoriano.-Claro que sí. Es que se les pasó el "cuco", el miedo que tenían. Siempre jugaron bien, pero de repente se acordaban que eran ecuatorianos y zas!!! Ahí se complicaban... Ahora todo ha cambiado, han madurado y se hacen respetar en todas partes.
-¿Y por qué a usted no le pasó lo mismo?-A mí no. Nunca me achiqué. Y atención que cuando llegué en 1960, Uruguay hacía tan solo 10 años que había salido campeón del Mundo, había jugado el Mundial de Suiza de 1954 donde terminó cuarto. Uruguay era una potencia futbolística y sin embargo, no me amilané y le di para adelante.

No comments: